¿Cómo hacer para no discutir con tu madre?

Psicología de la relación madre-hija

Con mi madre he discutido antes. Estoy en periodo de exámenes de la universidad, tengo que estudiar y las únicas tardes que me permito faltar son para visitar a mi novio que vive lejos, y viene aquí una vez a la semana.

Te comprendo, intentas modular la relación con tus padres de otra manera, en particular con tu madre, pero te encuentras con respuestas que te culpan. Una forma de mantener, creo que inconscientemente por su parte, la situación sin cambios.

Como ya te hemos dicho en anteriores consultas, acudir directamente a uno de nuestros colegas podría ayudarte mucho a entender la mejor manera de gestionar la relación con tus padres y recorrer el camino hacia una mayor autonomía e independencia.

Sí, he pensado en ello y he seguido adelante. Tuve varias sesiones con un psicólogo en el centro de asesoramiento, pero desgraciadamente me dijo que mi madre también necesitaría algo de terapia, así que un psicólogo ciertamente no un centro de asesoramiento.

Conflicto madre hija

Una aclaración necesaria: manipulador, agresivo, verbalmente abusivo… muchas personas son llamadas tóxicas cuando tienen un impacto negativo en la vida de los demás. Evidentemente, cuando utilizamos esta expresión no queremos poner una etiqueta directamente a esa persona (o a esas personas como en este caso, ya que estamos hablando de todo un hogar), sino a su comportamiento.

De hecho, no hay personas buenas o malas. Todo el mundo tiene características, méritos y defectos diferentes, por lo que sería imposible reducir a una persona a un solo adjetivo. Por lo tanto, la palabra tóxica se refiere a aquellos comportamientos que una persona realiza, en determinados periodos de su vida, que se derivan de trastornos o problemas concretos.

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También podemos definir como tóxicas aquellas familias en las que se dan comportamientos tóxicos, como la pasividad-agresividad, la ira, la manipulación o la distancia emocional, el cambio de roles familiares, la violencia física y verbal y los problemas de comunicación.

Discutir con los padres a los 40 años

Hace cinco años que no me hablo con mi hermana por una disputa aparentemente trivial, pero en realidad aproveché la oportunidad para deshacerme de ella, una hermana mayor celosa y algo bravucona conmigo.

Su condición de celosa me lo demostraba siempre que podía: agresiones físicas en la infancia, (no recuerdo un solo juego jugado con ella pero con sus hermanos, sí) sarcasmos e insultos en la adolescencia.

Hola, gracias por compartir tu experiencia emocional con nosotros. Entiendo lo difícil que puede ser para ti llamar a tu hermana, pero creo que primero debes aclarar algunas ideas y considerar qué hacer. ¿Ha pensado alguna vez en el asesoramiento psicológico? Puede que encuentre las respuestas que busca.

Sería bueno, en mi opinión, obtener más información al respecto y creo que podría ser útil que ella misma se hiciera un espacio para procesar los pensamientos y las experiencias emocionales relacionadas con la situación que relata y encontrar estrategias útiles para afrontar situaciones especialmente problemáticas con el fin de evitar que la situación se vuelva aún más rígida.

Relación madre-hija de Freud

Cuando los padres de una familia se separan, toda la unidad familiar (también la extendida, es decir, abuelos, tíos, etc.) se implica fuertemente, tanto en el aspecto organizativo como en el emocional.

En efecto, importantes investigaciones han demostrado una estrecha correlación entre el conflicto entre los padres (unidos o separados) y el malestar psicológico de los hijos (Amato y Rezza,1994; Camara y Resnick,1988; Elliot y Richards,1992; Emery y Forehand,1994; Jenkins,Smith y Graham,1988; Jenkins y Smith,1990).

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Los estudios italianos (Francescato,1992) sobre este tema también señalan que cuando los padres están en conflicto, los hijos suelen tener problemas emocionales y de comportamiento, pero que el hecho de que los padres estén juntos o separados influye poco en su bienestar psicológico.

Un estudio realizado con 40 niños de entre 7 y 18 años, cuyos padres llevaban separados al menos cuatro años, demostró que todos los niños dijeron sentir alivio tras el divorcio de sus padres.

Todas las situaciones familiares que conducen a la separación de los padres deben poder beneficiarse de una ayuda psicológica competente y cualificada que pueda apoyar a los padres en el difícil proceso de separación y la crianza simultánea de los hijos, y los hijos deben poder ser apoyados en el proceso de mantener el apego a ambos padres y aceptar su separación.

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