¿Qué es tiempo reactivo y proactivo?

Sinónimos de proactividad

Llego a la formación en un estado de pensamiento reactivo y me siento como un cliente insatisfecho. “Los materiales no son realmente sobre mi tema”, “Vamos a acercarnos a mis preguntas”, “El profesor habla demasiado rápido”, “El profesor habla demasiado despacio”.

Si me centro en la zona de la preocupación -me preocupo constantemente, me quejo, me enfado o incluso admiro algo que no depende de mí-, desperdicio mi energía intelectual y emocional.

Muchas reacciones ante determinados acontecimientos se llevan a cabo de forma automática. ¿Te enfadas cuando el cielo se nubla de repente y empieza a llover? ¿O cuando un colega, al ver que estás ocupado, te pide ayuda con su trabajo?

Si has probado este método en otro nicho, deja siempre claro que podría no funcionar o no funcionar tan bien en otro nicho/región/presupuesto. Deje que el cliente tome una decisión informada.

Contrario proactivo

Recientemente he revisado parte de la literatura que más ha influido en mis temas de formación en los últimos años, algunas de mis creencias sobre los procesos de cambio y mis enfoques como coach de vida y ejecutivo. Me detuve en un famoso formador y experto en liderazgo (que falleció recientemente dejando un vacío personal y clultural no pequeño) que influyó en la vida de millones de personas: Stephen Covey.

Su esfera de acción se desplaza de la de la influencia a la de la implicación, donde todos los esfuerzos se centran en elementos sobre los que no pueden ejercer un control real, lo que genera la exacerbación de su sentimiento de frustración e impotencia.

(Se trata de pasos para dar y profundizar en el presente como experiencias y técnicas tanto en el coaching como en diversas formas de psicoterapia, en particular lo que ahora se llama “terapia estratégica breve”)

Hay que presentar las ideas propias de forma contextualizada, es decir, con un profundo conocimiento de los paradigmas e intereses de los demás hasta el punto de comprender verdadera y profundamente a los demás

Significado y sinónimo de proactividad

Hay dos tipos de enfoque en el proceso de venta: reactivo y proactivo. En el primer caso, el vendedor tiende a proporcionar mucha información al cliente, mostrar todas las opciones disponibles y cambiar constantemente la oferta para satisfacer las necesidades del cliente.

El proceso de venta se divide a su vez en 3 macrofases: inicial, intermedia y final. En la fase inicial, el cliente sabe que tiene un problema que resolver; en la fase intermedia, evalúa las soluciones para resolverlo; en la fase final, tras haber identificado la solución, evalúa las diferentes ofertas. El vendedor debe ser capaz de dar respuesta a las 3 fases demostrando un conocimiento considerable del negocio.

Para superar todos estos obstáculos, el vendedor debe utilizar determinadas herramientas, como programas informáticos para configurar la oferta, contenidos de marketing, talleres dirigidos por expertos, reuniones con el cliente, etc.

Diferencia reactiva y proactiva

Sin embargo, hay que señalar que cada individuo reacciona a las situaciones problemáticas de forma muy subjetiva y que las estrategias que pone en práctica no siempre son positivas. A este respecto, cabe señalar que las estrategias que tienen como objetivo reducir el estrés se definen como “adaptativas”, mientras que las que tienden a aumentarlo se definen como “desadaptativas” o “de no afrontamiento”.

Cuando hablamos de estrategias de afrontamiento, en la gran mayoría de los casos, nos referimos al llamado afrontamiento reactivo, es decir, a las estrategias puestas en práctica en respuesta a un determinado estrés o conflicto.

Las estrategias no adaptativas, desadaptativas o de no afrontamiento se definen como tales porque no resuelven los problemas desencadenados por el conflicto o los acontecimientos estresantes, sino que se limitan a reducir los síntomas resultantes acentuando el trastorno en lugar de reducirlo. Los comportamientos inadaptados pueden incluir:

Además, hay quien sostiene que las diferencias de género en las estrategias de afrontamiento pueden depender también de factores genéticos y hormonales. Sin embargo, este ámbito sigue siendo objeto de mucho debate.