¿Qué es no tener ganas?

La disminución del deseo femenino provoca

En la APATIA sigo desde que tuve depresión en 2013 y me rompí la espalda en concreto una vértebra y TIBIA Y PIE IZQUIERDO EN 2015 no puedo salir también porque no tengo amigos aparte de uno y tomo MEDICAMENTOS que me adormecen….

Realmente tenía un tsunami de cosas nuevas en las que pensar (aprender francés para encontrar un trabajo después de las prácticas, aprender todo lo que tenía que aprender durante las prácticas, empezar a vivir con compañeros de piso, tener una vida independiente)… y al mismo tiempo me encantó mi vida aquí enseguida. Todavía recuerdo bien las primeras noches: me dormía sin poder relajar los músculos de las mejillas que te hacen sonreír.

No importa lo grandes que sean tus sueños o problemas, las cosas pequeñas son tan buenas como las grandes. Mejora en las pequeñas cosas, no te rindas y recuerda cada día agradecer lo que tienes y mejorar en lo que puedas mejorar ese mismo día. Sin hacer planes enormes y probablemente inviables a corto plazo.

Mi mujer nunca tiene ganas de hacer el amor

– Medicamentos: algunos de ellos, como los antidepresivos, los tranquilizantes u otros tratamientos, pueden explicar este descenso del deseo. Muy a menudo, basta con suspenderlos, obviamente bajo la supervisión de un especialista, para que el problema se resuelva.

– Un acontecimiento importante: la pérdida de un trabajo, la muerte de un ser querido, una mudanza, una ruptura amorosa, son situaciones que pueden restablecer el atractivo sexual. Este tipo de agitación emocional es capaz de perturbarte y provocar una disminución de la libido. Sin embargo, debes mantener la calma y aprender a aceptar que esta falta de deseo sexual forma parte del proceso postraumático. Si se prolonga demasiado, y sientes que puedes caer en un estado depresivo, no lo dudes y consulta a un médico.

– Problemas de pareja: aunque a algunas personas las peleas les resultan especialmente excitantes, para la mayoría de nosotros las situaciones conflictivas hacen que disminuya nuestro deseo por el otro. Las discusiones, los desacuerdos o la confesión de una traición acaban dañando las relaciones y las relaciones sexuales. Afortunadamente, la mayoría de los conflictos no son eternos. Intenta restablecer la calma entre vosotros y pasar un momento agradable con tu pareja para recuperar el placer de estar juntos.Ver también : Las 40 mejores posiciones del Kamasutra para llegar al orgasmo (¡de ella!)

No tienes ganas de hacer el amor mujer

Estudios recientes han demostrado precisamente eso: poner en práctica comportamientos receptivos y sensibles hacia una pareja de larga duración puede ayudar a fomentar la comprensión sexual y reavivar la pasión, tanto en hombres como en mujeres, sobre todo si estas actitudes van encaminadas a resaltar lo especial y exclusivo de la relación.

Despertar el deseo sexual en el hombre y la mujer no siempre es una cuestión de pareja. Hay momentos en la vida de uno en los que el sexo adquiere un valor secundario respecto a lo que estamos viviendo.

Hay varios momentos en la vida de una persona en los que pasa por fases de silencio sexual, es decir, momentos en los que no siente el deseo de hacer el amor. Las causas pueden ser contextuales, desde el estrés hasta los momentos de crisis en la pareja, pasando por cambios físicos o situacionales, pero también carencias hormonales o acontecimientos de cierto impacto físico y emocional en la vida de la mujer, como el embarazo y la menopausia.

No hacer el amor durante años

Hay muchas razones para ello: entre las principales están los conflictos y las penas en nuestra vida, como la pérdida de un ser querido, debido a un duelo o a una relación rota, o el mal de amores, una crisis de cualquier tipo o algún desajuste orgánico y hormonal.

Muchas de estas razones por las que no nos apetece tener sexo pueden resolverse con la ayuda de un médico o de una terapia psicológica que nos ayude a eliminar nuestros bloqueos, pero otras, como el estrés, son circunstanciales y pueden resolverse con tiempo y un poco de paciencia, encontrando el tiempo para dedicarnos al amor y a nosotros mismos.

Principalmente porque esta situación crea un “ritmo sexual” diferente entre ambos miembros de la pareja. Pueden empezar a surgir demandas por parte del otro miembro de la pareja, que no entiende lo que está pasando, lo que aumenta la tensión y la falta de comprensión.