¿Qué aporto Freud al descubrir el inconsciente?

Sigmund Freud: la aventura

El camino abierto por Freud nos permite comprender aquellas coordenadas antropo-lógicas capaces de organizar la experiencia, o el destino, de un sujeto. Algunos conceptos fundamentales del psicoanálisis definen un método de escucha y la trama simbólica a partir de la cual podemos pensar la intervención psicoterapéutica. Hacer un diagnóstico psicopatológico describiendo sólo los síntomas o destacando la base neurobiológica del trastorno sitúa al sujeto humano en una perspectiva reduccionista y, sobre todo, no nos dice nada sobre cómo llevar a cabo una cura, al menos hasta hoy, 150 años después del nacimiento de Sigmund Freud.

El primer tema de Freud

Freud buscó un método que desmantelara o disolviera las defensas del paciente en lugar de mitigarlas temporalmente como hacía la hipnosis; se decidió por el método de las asociaciones libres, el procedimiento fundamental que ha sido la columna vertebral de la técnica psicoanalítica desde entonces.

El paciente tiene una resistencia a la comunicación del material asociativo que se manifiesta bien en un rechazo a permitirse la libre asociación o en formas de desvalorización del material asociado.

Cada elemento del contenido onírico manifiesto se aísla y se utiliza para producir asociaciones. Las asociaciones a los distintos elementos van en diferentes direcciones, sacando a la luz los diferentes recuerdos, pensamientos y sentimientos que los han creado.

La teoría de la seducción infantil quedó pronto en entredicho a medida que avanzaban los datos que la apoyaban y con el propio autoanálisis de Freud. Los síntomas neuróticos estaban muy extendidos y parecía imposible argumentar que tantos pacientes, cuando eran niños, habían sido molestados por sus cuidadores.

Freud es, super me

Los inicios de la práctica clínica y de la formación exquisitamente psicológica de Freud giran en torno al estudio de la histeria, un trastorno psíquico que afectaba especialmente a las mujeres y que, en la época de Freud, no era tenido en cuenta por la psicología científica, ya que no tenía correlatos neurofisiológicos ni estaba relacionado con fenómenos científicamente observables. En 1885, Freud decidió seguir los cursos de histeria del profesor Charcot en París. Charcot creía que la histeria era una patología exclusivamente femenina y que las mujeres histéricas respondían notablemente al método hipnótico. La hipnosis practicada por Charcot comprendía tres fases: 1) la fase letárgica, que consistía en un estado de relajación profunda; 2) la fase cataléptica, en la que se producía una parálisis de los miembros; 3) la fase sonámbula, caracterizada por movimientos inconscientes y producción verbal. Las prácticas hipnóticas tenían un doble efecto: eran capaces tanto de producir como de hacer desaparecer los síntomas histéricos. ¿Cómo? Durante la práctica hipnótica, los síntomas histéricos salieron a la luz; después de la práctica hipnótica, siguiendo las órdenes hipnóticas dadas por el hipnotizador en la fase final de la hipnosis, los síntomas histéricos desaparecieron.

Sigmund Freud y el descubrimiento del inconsciente

Freud era profesor de neuropatología, y las teorías del psicoanálisis tenían poco eco y consideración en la facultad de medicina de la época. Una piedra angular en el proceso de evolución de las teorías de Freud fue su encuentro con Josef Breuer -un importante fisiólogo que también apoyó económicamente a Freud en varias ocasiones- en torno al caso de Anna O.. Breuer trató la histeria de la paciente mediante hipnosis en un intento de curarla de los síntomas incapacitantes, incluida una hidrofobia psicógena. Sus primeros conocimientos sobre los recuerdos traumáticos datan de esta época. El llamado método catártico -descrito en 1895 en Estudios sobre la histeria por Breuer y otros- fue utilizado más tarde de forma sistemática por Freud[9].

En este contexto surgieron las “Cinco conferencias sobre el psicoanálisis”. Freud tenía 53 años y recibió el título de doctor en la Universidad de Clark. Freud también tuvo la oportunidad de conocer al filósofo estadounidense William James[9].

Sin embargo, el historiador de la psicología Allen Esterson, criticando el relato del neurocientífico Mark Solms de que las ideas de Freud sobre la existencia de pulsiones animales primitivas en los humanos habían escandalizado a sus contemporáneos victorianos, escribió: