¿Por qué se da la apatía?

Apatía y depresión

La reticencia a intervenir en situaciones de emergencia cuando hay otras personas presentes -fenómeno conocido desde hace tiempo en psicología social- parece darse sólo en entornos “protegidos” de laboratorio: en las peleas callejeras, 9 de cada 10 personas ofrecen ayuda.

Este comportamiento se describió por primera vez hace medio siglo, y se pensó que no había nada más que añadir. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista American Psychologist demuestra que en el mundo real apenas se produce.

Somos mejores de lo que pensamos. El nuevo estudio no echa por tierra por completo la apatía del espectador, que parece confirmarse en los entornos de laboratorio: más bien sugiere que las pruebas científicas del comportamiento social obtenidas en entornos experimentales estériles deberían ponerse a prueba en la vida real.

Apatía sentimental

Una condición caracterizada por la disminución o ausencia de cualquier reacción emocional ante situaciones, eventos de la vida cotidiana. Se expresa en forma de indiferencia, inercia física o falta de reacción ante situaciones que normalmente deberían suscitar interés o emoción, reducción del comportamiento intencionado, ausencia de iniciativa, sumisión en las elecciones cotidianas.

El sujeto apático limita la producción de pensamientos orientados a objetivos, hasta el punto de descuidarse incluso a sí mismo, además de mostrar serios signos de desapego hacia su entorno, y experimentar indiferencia y reticencia hacia cualquier experiencia nueva, aunque depende mucho de los rasgos de carácter del sujeto.

Si el sujeto apático está desarrollando una forma de depresión, a los síntomas anteriores hay que añadir el enlentecimiento psicomotor, el pesimismo global, incluida la desesperanza, y la disminución de la autoestima[1].

Etimología de la apatía

Tenemos unas estrictas directrices sobre la procedencia de los datos y sólo enlazamos con sitios de medios de comunicación acreditados, institutos de investigación académica y, en la medida de lo posible, estudios revisados médicamente. Tenga en cuenta que los números entre paréntesis ([1], [2], etc.) son enlaces clicables a estos estudios.

Las personas con los síntomas descritos anteriormente buscan ayuda de terapeutas, gastroenterólogos, neurólogos y son tratados sintomáticamente con apatía y depresión. Y esto no es sorprendente, ya que la depresión apática procede bajo la apariencia de trastornos externos y enfermedades somáticas.

Por lo general, diversas situaciones de estrés y traumas mentales conducen a la apatía y, posteriormente, a la depresión. Pero hay trastornos endógenos, que están causados por alteraciones metabólicas en el cerebro. Los principales signos de esa apatía y depresión son:

Tratan la apatía completa cambiando el entorno, el descanso, los nuevos conocidos y las aficiones. Si la enfermedad adopta una forma grave, se utilizan antidepresivos y fármacos para tratarla, que relajan el sistema nervioso y restauran la salud mental.

La apatía es sinónimo de

En la APATIA sigo desde que me deprimí en 2013 y me rompí la espalda en concreto una vértebra y TIBIA Y PIE IZQUIERDO EN 2015 no puedo salir también porque no tengo amigos aparte de uno y tomo MEDICINA que me adormece….

Realmente tenía un tsunami de cosas nuevas en las que pensar (aprender francés para encontrar un trabajo después de las prácticas, aprender todo lo que tenía que aprender durante las prácticas, empezar a vivir con compañeros de piso, tener una vida independiente)… y al mismo tiempo me encantó mi vida aquí enseguida. Todavía recuerdo bien las primeras noches: me dormía sin poder relajar los músculos de las mejillas que te hacen sonreír.

No importa lo grandes que sean tus sueños o problemas, las cosas pequeñas son tan buenas como las grandes. Mejora en las pequeñas cosas, no te rindas y recuerda cada día agradecer lo que tienes y mejorar en lo que puedas mejorar ese mismo día. Sin hacer planes enormes y probablemente inviables a corto plazo.