¿Cómo y porqué los Empaticos atraen a los narcisistas?

12 etapas de la relación narcisista-empático

Aunque una relación con un narcisista puede causar mucho daño, muy a menudo volvemos a caer en los mismos patrones de comportamiento, acabando por atraer al mismo tipo de personas, en este caso narcisistas.

Posteriormente, los estudios han llevado a definir el narcisismo como una patología resultante de unos padres anafiosos o pasivamente agresivos: para defenderse de esta condición, los niños tienden a desarrollar una visión grandiosa de sí mismos. Según este punto de vista, los narcisistas se ven a sí mismos como especialmente talentosos y dotados, es decir, tienen una visión idealizada de sí mismos, y tienden a externalizar las críticas y los juicios, porque de lo contrario no serían tolerables.

Por lo tanto, si uno atrae a personas narcisistas, no significa necesariamente que sea narcisista, sino simplemente que el modelo afectivo que propone refleja ciertas características que son útiles para el narcisista y para potenciar su ego.

La frase “síndrome de la crucífera” podría representar perfectamente este rasgo de comportamiento: has crecido cuidando de los demás y te sientes obligado a salvar a los demás. Algunas personas desarrollan esta actitud porque crecieron en situaciones en las que otra persona era el personaje principal de la familia y los únicos otros papeles disponibles eran los secundarios. Otros porque han sufrido traumas y la ayuda y la sumisión se convierten en algunos casos en la única arma disponible frente a los monstruos. Y otros porque son personas diplomáticas que quieren entender al otro, preguntando con simpatía y admiración. Todas estas personas acabarán atrayendo a personas narcisistas que necesitan una gran admiración y ser rescatadas (Antes de abandonarte. Otra vez).

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El narcisista puede ser empático

…Los narcisistas y los empáticos, por tanto, entran en la relación con la misma intención “narcisista”: validar su propio valor y llenar sus vacíos emocionales. El empático intenta hacerlo anulándose a sí mismo, viviendo por y para el otro, dando y esperando una gratitud incondicional a cambio, mientras que el narcisista lo hace elevándose a sí mismo y viviendo de alimentarse del otro, tomando y no dando nada a cambio, por la única razón de que su valor debe estar garantizado por la constante confirmación de que no tiene ningún deber, excepto el de existir”. Dra. Silvia Michelini.

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El favorito del narcisista

Aunque una relación con un narcisista puede causar mucho daño, muy a menudo volvemos a caer en los mismos patrones de comportamiento y acabamos atrayendo al mismo tipo de personas, en este caso narcisistas.

Posteriormente, los estudios han llevado a definir el narcisismo como una patología resultante de unos padres anafiosos o pasivamente agresivos: para defenderse de esta condición, los niños tienden a desarrollar una visión grandiosa de sí mismos. Desde este punto de vista, los narcisistas se ven a sí mismos como especialmente talentosos y dotados, es decir, tienen una visión idealizada de sí mismos, y tienden a externalizar las críticas y los juicios, porque de lo contrario no serían tolerables.

Por lo tanto, si uno atrae a personas narcisistas, no significa necesariamente que sea narcisista, sino simplemente que el modelo afectivo que propone refleja ciertas características que son útiles para el narcisista y para potenciar su ego.

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La frase “síndrome de la crucífera” podría representar perfectamente este rasgo de comportamiento: has crecido cuidando de los demás y te sientes obligado a salvar a los demás. Algunas personas desarrollan esta actitud porque crecieron en situaciones en las que otra persona era el personaje principal de la familia y los únicos otros papeles disponibles eran los secundarios. Otros porque han sufrido traumas y la ayuda y la sumisión se convierten en algunos casos en la única arma disponible frente a los monstruos. Y otros porque son personas diplomáticas que quieren entender al otro, preguntando con simpatía y admiración. Todas estas personas acabarán atrayendo a personas narcisistas que necesitan una gran admiración y ser rescatadas (Antes de abandonarte. Otra vez).

Los narcisistas son hermosos

Encubiertos, necesitan personas en las que puedan “apoyarse” y en las que puedan delegar aspectos prácticos de la vida o que les ayuden a vivir y procesar emociones con las que no están en contacto, que les mimen y consientan como niños caprichosos y eternamente infelices que no deben nada a cambio.

Los narcisistas buscan activamente a los empáticos y si tienen la suerte de conseguir formar a uno como hijo/esposo/esposa, a golpe de desvalorizaciones, castigos y chantajes emocionales, los unen a su ejército imaginario de admiradores u “objetos de satisfacción masturbatoria”.

En general, los narcisistas tienden a querer mantener el poder económico o psicológico (a través de la victimización) sobre el otro, para atarlo a él y así seguir atendiéndolo emocionalmente.

En esta forma de “buenismo” e idealismo romántico/religioso (el amor lo salva todo y lo vence) o más bien en el Falso Yo del narcisista empático, se basa entonces toda la continuación de la relación de dependencia afectiva.

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La víctima del narcisismo no puede resistir la tentación de tener que demostrar a todo el mundo que es bueno, por lo que el PN puede manejarlo fácilmente apoyándose en su “ansiedad de rendimiento humano”. Dra. Silvia Michelini.

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