¿Cómo luchar contra la injusticia social?

Una historia de injusticia sufrida

Los temas de la conferencia “son grandes y esenciales”, subraya Francisco tras agradecer a la presidenta de la Fundación, Anna Maria Tarantola, sus “siempre claras” palabras de saludo (Escucha el episodio de “La finestra del Papa” dedicado a la conferencia). Y a los miembros de la Fundación, junto a los científicos, economistas, ministros, cardenales y obispos que participaron en las dos jornadas de trabajo, les reiteró que son reflexiones importantes

Sobre el “dominio de las finanzas”, que aparece como “algo inalcanzable”, “líquido, gaseoso”, y que acaba “como la cadena de San Antonio”, el Papa relata, dejando el discurso preparado, un encuentro hace cuatro años, “una experiencia que puede necesitar”, con un “gran” economista, que también trabajaba para un gobierno.

Injusticias sociales en Italia

Los elementos correspondientes al paradigma de la Justicia Ambiental incluyen los efectos de la devastación ambiental visibles en los llamados cuerpos subalternos, es decir, los cuerpos de la población que vive en zonas marginadas económica, política y socialmente. El caso de Campania también refleja los elementos del paradigma típico de la JE en las zonas de Chiaiano y Acerra, donde los ciudadanos residentes deben considerarse víctimas, ya que se ven obligados a vivir en una zona devastada por la contaminación y las sustancias altamente nocivas para la salud.

Entre los principales ejemplos están el proyecto fotográfico UNDERGROUND realizado por la Escuela de Fotoperiodismo de Roma en colaboración con ASud y el Centro de Documentación de Conflictos Ambientales a partir de 2012, y el libro de Marco Armiero publicado en 2014 Teresa e le altre: Storie di donne nella Terra dei Fuochi, que recoge las historias de diez mujeres activas en las Organizaciones por la Justicia Ambiental de Campania, con el objetivo de sensibilizar sobre las cuestiones ambientales y la reivindicación “desde abajo” de los derechos negados a la salud y la información.

Hay formas de contrarrestar la injusticia en el mundo

El pánico mundial. La siguiente crisis económica. Vídeos de policías matando a personas negras desarmadas y usando la violencia contra manifestantes pacíficos. Imágenes de tropas federales con camuflaje y rifles de asalto enfrentándose a los manifestantes cada noche. El incesante aumento del número de personas sin hogar. La inacción de los políticos ante la crisis climática mundial.

Cuando se produce un trauma, nuestro neocórtex (la parte de nuestro cerebro que nos permite razonar, evaluar las consecuencias, resolver problemas y adquirir y procesar nueva información) se apaga. Empezamos a procesar con las partes menos evolucionadas de nuestro cerebro: el sistema límbico (responsable de nuestras emociones) y el complejo reptiliano (responsable del instinto de supervivencia).

Victor Le Lewis, defensor de la justicia racial y sanador, dice que todos los activistas deben comprender algo de la neurociencia y cómo el trauma afecta al cuerpo. Además de la literatura clásica sobre estrategias no violentas, como The Politics Of Nionviolent, de Gene Sharp, o Rules for Radicals, de Saul Alinsky, los activistas también deberían estudiar libros como The Grandmother’s Hand, de Resmaa Menakem, The Body Keeps the Score, de Bessel van der Kolk, y The Politics of Trauma, de Staci Haines.

Tema sobre la injusticia

Fue en Montgomery, donde vive con su familia, donde comenzó el Movimiento tras el boicot a los autobuses segregados debido al levantamiento provocado por Rosa Parks al negarse a ceder su asiento a un hombre blanco en el autobús segregado.

Tras este episodio, creó la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur, un movimiento destinado a eliminar la segregación y la desigualdad en los derechos civiles mediante la resistencia y la lucha no violenta.

Tengo un sueño: que un día, en las colinas rojas de Georgia, los hijos de los que fueron esclavos y los hijos de los que tuvieron esclavos podrán sentarse juntos a la mesa de la hermandad.

Con esta fe podremos arrancar de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe podremos transformar las estridentes discordias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de fraternidad.

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