¿Cómo saber si mi pareja y yo no somos compatibles?
Afinidades sexuales entre los signos del zodiaco
Estimado usuario, su carta transmite mucha tristeza y amargura, sentimientos comprensibles dada la situación. No podemos actuar y cambiar a los demás, pero podemos centrarnos en nosotros mismos, en nuestras expectativas y en nuestras necesidades. En este sentido, la ayuda psicológica sería muy útil. En caso de que esté disponible
Contenidos
Su análisis es claro y correcto, pero la pregunta que hace es errónea. Más bien me preguntaría por qué sientes que tienes que quedarte a pesar de todo con una persona que no te satisface y que no te presta la atención adecuada. ¿Por qué insiste en una relación unilateral? Elegir un compañero de vida es algo importante, no es prudente ir con alguien que no es compatible y luego intentar cambiarlo a toda costa. Debería trabajar en ella misma, no en su novio. Saludos cordiales
Somos compatibles con las pruebas
El hecho es que estar en pareja no asegura que los compañeros se complementen. Los ingredientes que funcionaron diez años antes pueden ser inútiles ahora, porque los acontecimientos, el comportamiento, las situaciones e incluso las condiciones económicas cambian.
Por eso, para reactivar este circuito de comprensión, de anticipación y de confort (la sensación de alivio de sentirse al lado de una persona que te comprende), hay que intentar estar juntos, hacer cosas juntos, intentar sincronizarse.
Mi marido y yo somos demasiado diferentes
Una relación que funciona no se deja seducir por los cantos de sirena de los amantes. No se empolva con el paso del tiempo. No se oxida por falta de diálogo y empatía. No sustituye el intercambio por la prevaricación. No sustituye la convivencia por el exceso de confianza. Y la cercanía con el pastoreo en la vida de los demás.
El diálogo de una pareja se desarrolla en dos vías: la comunicación de servicio y la comunicación emocional. La primera sirve para la organización y gestión de la vida cotidiana. Los socios hablan de cosas concretas, de cosas que hay que hacer, y se organizan día a día para hacer que sus días funcionen. Este tipo de comunicación suele aumentar cuando la pareja se convierte en familia.
Los compromisos a los que tienen que hacer frente aumentan a pasos agigantados, los hijos ocupan mucho espacio y tiempo, y los cónyuges se convierten en una especie de equipo de trabajo, a veces sin saltos emocionales y sin espacio pro pareja.
La simpatía en la pareja tiende a extraviarse, como si el hecho de estar en pareja autorizara automáticamente a ser maleducado, descortés, irreverente y antipático y empático. La simpatía sigue siendo un arma real que amortigua las tensiones y facilita el mantenimiento del vínculo amoroso.
¿Cómo saber si mi pareja y yo no somos compatibles? del momento
¿En qué medida influye la familia de origen en la relación de las parejas en crisis? ¿Y cómo podemos vivir tranquilamente en pareja sin sentirnos abrumados por las interferencias y los modelos que nos dan inconscientemente nuestras raíces?
Por tanto, si hablamos de parejas, no podemos dejar de considerar la influencia de las familias de origen. Por lo tanto, debemos profundizar en el tema de la “pareja” a nivel tri-generacional, teniendo en cuenta no sólo a los miembros de la pareja, sino también a las familias de origen que hay detrás.
Aunque formemos una pareja, llegamos a la unión con dos historias de vida diferentes, de dos familias distintas, de dos sistemas familiares con dos mundos completamente diferentes, con costumbres, hábitos, valores, pero también formas de ser, de pensar y de vivir profundamente diferentes. Cada uno de los dos miembros de la pareja tiene sus propias expectativas, sus propias creencias y su propio modelo de pareja, desarrollado como consecuencia de la familia de origen que le precede.
Llegamos en pareja con un prototipo de figura masculina y un prototipo de figura femenina, que inevitablemente provienen de la familia a la que pertenecemos. La idea que tenemos del hombre, de la figura masculina, de la figura paterna, y la idea de la mujer, de la figura femenina, de la figura materna, nos la da precisamente nuestra familia.