¿Cómo puedo encontrar mi vocación?

Encontrar su propia dimensión

Estoy de acuerdo contigo y con Cheshire Cat, a menudo luchamos sin tener claro nuestro propósito más profundo y nuestros valores fundamentales en la vida, arriesgándonos a no realizar todo nuestro talento y potencial.

“Mejorar constantemente desde una perspectiva de genuina apreciación de la vida en todas sus partes, valorando cada persona y experiencia, inspirando y ayudando así a millones de personas a continuar su camino en la realización diaria de su propósito de vida.”

No sé, estoy entre confundido y consciente de que quiero cambiar, pero me falta algo, tal vez una idea básica, tal vez la voluntad, tal vez la audacia, tal vez la idea real de un nuevo proyecto y no sólo la idea de cerrar con el pasado.

Como siempre, tus posts me parecen esclarecedores. Sin embargo, me temo que tendré que continuar con mi ejercicio en otra ocasión, porque estoy insatisfecho con las respuestas que he obtenido, aunque he hecho algunos progresos.

2) Elegir los valores que “resultan” ser realmente míos. En el sentido de que si le preguntara a la persona que mejor me conoce en el mundo cuáles son mis valores, resultarían ser valores diferentes a los que creo tener (ya me entiendes)

No saber qué camino tomar

Todos los demás hemos sido víctimas de años de condicionamiento por parte de los padres, la escuela, los compañeros y los colegas diciéndonos que nos apresuremos a decidir qué hacer con nuestras vidas y que nos posicionemos porque todos tenemos que tener un trabajo para pagar las facturas.

Lo que significa encontrar todas las formas posibles de ponerse a prueba en lo que crees que puede ser tu pasión. Pensar con pesar en lo mucho que disfrutabas haciendo una determinada cosa cuando tenías 16 años no significa que hoy disfrutarías de esa cosa si la hicieras como trabajo.

Vocación de ayudar a los demás

Según este mito, la vocación sería algo inalcanzable, algo demasiado elevado y alejado de la concreción de la vida cotidiana para ser relegado con seguridad a una parte remota de la propia psique. En el olvido, como se hace con los amigos imaginarios y los juegos infantiles.

Los valores no se corresponden con las pasiones. Las pasiones se manifiestan concretamente en ámbitos específicos de la vida (pasión por el ciclismo, por la comida, por el estudio de la historia, etc.). Los valores, en cambio, representan la dirección básica que sentimos que queremos tomar en la vida. También podríamos llamarlos “ideales”.

Leemos en su Autobiografía: “Cuando pensaba en las cosas del mundo, sentía mucho placer, pero cuando se cansaba de ellas se encontraba vacío y descontento. Cuando pensaba en ir a Jerusalén descalzo, en comer sólo hierbas y en hacer todas las demás cosas duras que veía que habían hecho los santos, no sólo se consolaba al pensar en ellos, sino que incluso después de dejar estos pensamientos permanecía contento y alegre’.

He perdido el rumbo

Para un joven con una vocación relacionada con la moda, por ejemplo, puede ser una buena idea empezar su carrera como escaparatista o vendedor en boutiques de lujo. Quienes aspiran a un puesto de gestor de cuentas se benefician enormemente de la experiencia adquirida en puestos de atención al cliente. Por último, los que quieren dedicarse a la gestión administrativa establecen fácilmente sus bases a través de puestos de trabajo como asistente o secretario. Incluso los trabajos que aparentemente no tienen nada que ver con el propio sector pueden ayudar a un joven en su carrera, porque le enseñan a moverse en el entorno laboral y a gestionar adecuadamente las relaciones profesionales.