¿Cómo hacer que los hijos valoren a sus padres?

Cómo tratar a los hijos adultos

Otro texto que ayuda a comprender a los niños, especialmente a los adolescentes. La historia nos habla de Lorenzo, un chico de 14 años introvertido y neurótico que se encierra en el sótano en lugar de ir a esquiar con sus compañeros de clase, donde sus padres creen que debería estar. Lo hace para cumplir su sueño de vivir unos días felices lejos de los conflictos con la familia, los compañeros y los profesores. Se ha abastecido de Coca-Cola, atún enlatado y libros de terror. La bella Olivia irrumpe en este búnker improvisado que le lleva a aceptar el mundo que le rodea. Con sus problemas, se convierte en la guía de Lorenzo y adquiere un papel fundamental en su vida.

Por qué los hijos tratan a las madres peor que a cualquier otra persona

La palabra tiene su origen en la unión de co, ‘juntos’, y el verbo inglés sleep, que significa ‘dormir’; por tanto, se refiere a compartir la habitación en general y no la cama propiamente dicha (en cuyo caso se llama cobedding, del inglés bed ‘cama’).

– aumentar el riesgo de SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante). El niño, al estar en la cama con los padres, corre el riesgo de ser aplastado durante la noche por los movimientos (involuntarios) de los padres; también pueden ser peligrosas las almohadas y las mantas, que podrían provocar la asfixia del bebé

Cómo los padres destruyen a sus hijos

Tener pequeños hitos que alcanzar mientras se estudia permite que tus hijos comprendan mejor el trabajo que están haciendo y tomen el control de la situación, siempre con vistas a que sean autónomos e independientes.

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El síndrome del desvalido

Queríamos daros las gracias por la maravillosa experiencia que hemos tenido durante estos años, por lo que el colegio ha hecho por nuestros hijos y por nosotros como padres. Una educación realmente orientada al niño y a su familia como protagonistas y no como meros espectadores de una vida que ahora está desbordada por los acontecimientos.

Cuántas veces las lecciones que nos han enseñado nos han parecido triviales, y con demasiada frecuencia nos hemos encontrado comportándonos de forma exactamente opuesta, atrapados por los acontecimientos… pero cada vez que nos equivocamos, recordamos las enseñanzas, las comparaciones y todas las sugerencias de quienes hemos conocido en el GEIS: profesores, formadores y las propias experiencias de los distintos padres que, como nosotros, han intentado cuestionarse y enfrentarse a sí mismos.

Con ustedes, aprendimos a lidiar con las ansiedades del padre que aprende el oficio sobre la marcha, tratando de entender a nuestros hijos también a través de los ojos de quienes se dedicaban a ellos como maestros y como padres a su vez.