¿Cuál es el objeto de estudio de la filosofía?

Filosofía del Derecho

Conseguir un conocimiento de la gramática, la sintaxis y la semántica de una lengua extranjera de la Unión Europea correspondiente al nivel B1 y que permita utilizar textos en dicha lengua de las disciplinas filosóficas y afines

Conseguir un conocimiento de la gramática, la sintaxis y la semántica de una lengua extranjera de la Unión Europea correspondiente al nivel B1 y que permita utilizar textos en dicha lengua pertenecientes a las disciplinas filosóficas y materias afines.

Conseguir un conocimiento de la gramática, la sintaxis y la semántica de una lengua extranjera de la Unión Europea correspondiente al nivel B1 y que permita utilizar textos en dicha lengua pertenecientes a las disciplinas filosóficas y materias afines.

Conseguir un conocimiento gramatical, sintáctico y semántico de una lengua extranjera de la Unión Europea correspondiente al nivel B1 y que permita utilizar textos en dicha lengua pertenecientes a las disciplinas filosóficas y materias afines.

Cruz de Benedicto

Incluso antes de la indagación especulativa, la filosofía era una disciplina que también asumía el carácter de la “forma de vida”, por ejemplo, en la aplicación concreta de los principios deducidos mediante la reflexión o el pensamiento. En esta forma, surgió en la antigua Grecia[5].

Históricamente, la filosofía abarcaba todos los campos del saber y a quien la practicaba se le conocía como filósofo. Desde la época del antiguo filósofo griego Aristóteles hasta el siglo XIX, la filosofía natural incluía la astronomía, la medicina y la física. Desde el siglo XIX, varias áreas de investigación que tradicionalmente formaban parte de la filosofía se han convertido en disciplinas académicas separadas; en particular, las ciencias sociales como la psicología, la sociología, la lingüística y la economía.

La segunda perspectiva, en cambio, encuentra su antiguo fundamento en la investigación “científica” de la filosofía griega, que se renovó en el siglo pasado con el renacimiento, acompañado de un resurgimiento del interés, del estudio de la lógica y con los intentos del Círculo de Viena, Bertrand Russell, Wittgenstein y otros, de fundamentar rigurosamente el conocimiento filosófico.

Joseph Riconda

El origen histórico de los temas de la filosofía de la ciencia procede de la filosofía griega, y se desarrolla en particular en las obras de Platón sobre el conocimiento y la mayéutica, en las obras de Aristóteles sobre la Lógica y la Metafísica, y en las obras de los filósofos estoicos, en particular de Crisipo sobre temas de Lógica.

En particular, la última regla suele estar relacionada con su famosa frase: “Hypotheses non fingo”, con la que Newton pretendía rechazar cualquier teoría científica que no se derivara de una comprobación experimental exhaustiva.

Los estudios de filosofía de la ciencia se desarrollaron ampliamente en el siglo XVIII, también conocido como el Siglo de las Luces. Entre los principales eruditos de la época de la Ilustración estaban los ingleses John Locke y David Hume, el matemático suizo Leonardo Euler y los enciclopedistas franceses Jean Baptiste Le Rond d’Alembert y Denis Diderot.

Entre los científicos y matemáticos italianos que exploraron temas de filosofía de la ciencia a finales del siglo XIX y principios del XX se encuentran Federigo Enriques y Giuseppe Peano.

A qué sirve la filosofía

Este artículo esboza la constitución de un campo disciplinar denominado “filosofía del diseño”. Las raíces de esta rama filosófica se remontan a una de las primeras consideraciones teóricas sobre las “ciencias de lo artificial” (Simon 1996 [1969]), que en oposición a las ciencias naturales deben ocuparse de las entidades no naturales que pueblan nuestro mundo, a saber, los artefactos. Estas consideraciones se han ampliado y debatido a partir de un programa de investigación destinado a cambiar la ruta dentro de la filosofía de la tecnología: el llamado “giro empírico en la filosofía de la tecnología” (Kroes, Meijers 2000). A raíz de esto, en los años siguientes se han debatido dos cuestiones: la primera está relacionada con la definición de “diseño” y con las cuestiones filosóficas que surgen (como la referencia de los términos de diseño y su valor de verdad); la segunda es un problema de demarcación entre ciencia y diseño (¿son estas dos actividades diferentes?). El objetivo del artículo es presentar una visión general del debate y mostrar algunos posibles desarrollos futuros para la filosofía del diseño.