¿Cuáles son los tipos de amor según la filosofia?

Amor romántico

En su libro, Cruz reconstruye, a través de las distintas épocas, las relaciones amorosas de algunos importantes filósofos y pensadores en un intento de dibujar una filosofía de la historia del amor a través de sus escritos y experiencias personales, dedicándolas a los que aman porque conocen el secreto.

Incluso Nietzsche, en su vida siempre rodeado de mujeres, queda atrapado por la fascinación de Lou, a quien conoce en Roma en 1882 en San Pedro. Él capitula inmediatamente ante su inteligencia, identificándola en los momentos de máxima exaltación cerebral como alma gemela, en un despliegue pasional en el que la esfera amorosa nunca se separa de la intelectual. La incomprensión de Nietzsche ante la obstinada negativa de ella a su matrimonio y tras el idilio de la pasión con el escándalo de unos meses de convivencia con Lou y Paul en Milán y Suiza, le llevan, en el colmo de los celos y la decepción, a abandonarse al aislamiento para recuperar su yo perdido.

Platón amor y belleza

El malentendido en el que cae el sentido común, dice Diotima, consiste en confundir la condición del amante con la del amado. Es la propia tensión del amante la que caracteriza el sentimiento de amor, y no el estado pasivo del mismo.

Eros vive según su doble naturaleza: anhela el todo, teniendo carencia en él, heredada de su madre, pero sabe encontrar soluciones a su propia carencia, encuentra expedientes, según la naturaleza del padre.

La sensación de ausencia, de carencia, se convierte así en el germen necesario del amor, y en particular del amor a la filosofía, vista como causa de tormento y sufrimiento, debido al continuo deseo de ascender a las ideas, pero sin éxito, vagando por nuestro mundo sensible, del que surgen suposiciones inciertas y conjeturas sólo probables. Lo que surge es la concepción platónica de la filosofía y del filósofo, que percibe la carencia interior, dando lugar a una profunda agonía: saber que no sabe.

El amor en griego antiguo

En su libro, Cruz reconstruye, a través de las distintas épocas, las relaciones amorosas de algunos importantes filósofos y pensadores en un intento de dibujar una filosofía de la historia del amor a través de sus escritos y experiencias personales, dedicándolas a los que aman porque conocen el secreto.

Incluso Nietzsche, en su vida siempre rodeado de mujeres, queda atrapado por la fascinación de Lou, a quien conoce en Roma en 1882 en San Pedro. Él capitula inmediatamente ante su inteligencia, identificándola en los momentos de máxima exaltación cerebral como alma gemela, en un despliegue pasional en el que la esfera amorosa nunca se separa de la intelectual. La incomprensión de Nietzsche ante la obstinada negativa de ella a su matrimonio y tras el idilio de la pasión con el escándalo de unos meses de convivencia con Lou y Paul en Milán y Suiza, le llevan, en el colmo de los celos y la decepción, a abandonarse al aislamiento para recuperar su yo perdido.

Eros, agape philia

En psicología, consiste en una relación dual basada en un intercambio emocional generado por la necesidad fisiológica de gratificación sexual y la necesidad psicológica de intercambio emocional[9].

Aunque existen rasgos comunes, la mayoría de las reacciones o pulsiones amorosas son subjetivas y varían de un individuo a otro; sin embargo, existen, según la mayoría de los psicólogos y científicos, tres etapas principales en el amor entre los seres humanos: el enamoramiento, la atracción y el apego, compuestas por diversos elementos y etapas[17].

En 1992, los neurólogos Arthur Aron, Elaine Aron y Danny Smollan desarrollaron la Escala de Inclusión del Otro en el Yo (IOS), en la que se describen siete niveles de inclusión de la pareja[21].

Muchos teólogos cristianos[cita requerida] creen que el amor humano por otras criaturas (y por Dios mismo) se deriva directamente del de Dios y que el amor por toda la creación también se deriva de él.