¿Qué es la Contrafobia?
Personalidad ansiosa y fóbica
Los pacientes con trastorno límite de la personalidad también suelen ser hipercríticos consigo mismos, albergando sentimientos de culpa, baja autoestima y vergüenza. Sus objetivos vitales, aspiraciones y valores suelen ser cambiantes e incoherentes, cambian con frecuencia y se persiguen con poca convicción. Los verdaderos síntomas psicóticos, como las experiencias paranoides transitorias o los síntomas disociativos, también pueden aparecer en situaciones de estrés.
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Personalidad ansiosa
Cuando hablamos de fobias nos referimos generalmente a: fobia a los perros, fobia a los gatos, fobia a las arañas, fobia a los espacios cerrados, fobia a los insectos, fobia a los aviones, fobia a la sangre, fobia a las inyecciones, etc.
Se trata, en esencia, de un proceso del llamado “condicionamiento clásico”. Este condicionamiento se mantiene en el tiempo debido a la evitación sistemática espontánea que los sujetos fóbicos ponen en marcha con respecto a la situación temida.
El tratamiento de las fobias, tras un periodo de evaluación del caso que generalmente termina en el primer mes, pasa necesariamente por el uso de técnicas de exposición graduada a los estímulos temidos.
El límite es la maldad
Hay personas que demuestran exactamente lo contrario; en la jerga técnica se habla de contrafóbicos y contraadictos, si queremos simplificar podríamos decir que son personas que “se ríen en la cara de sus miedos” pretendiendo que no les pertenecen (“no necesito a nadie, estoy bien solo. Ah, si se va me hace un favor”).
Como decíamos, el miedo al abandono hunde sus raíces en la infancia y tiene que ver con la sensación de seguridad, entendida como seguridad en los propios recursos (porque siento que no puedo valerme por mí mismo, porque he tenido que aprender a valerme por mí mismo antes de lo esperado…) y la confianza en que los demás estarán ahí si los necesitamos.
Personalidad histérica
Las causas subyacentes de las fobias complejas, como la agorafobia y la fobia social, no se conocen bien. Sin embargo, se cree que la predisposición genética, el funcionamiento de los procesos bioquímicos en el cerebro y las experiencias vitales pueden desempeñar un papel importante en este tipo de fobias. Las reacciones físicas (alteraciones) que una persona experimenta cuando se enfrenta al objeto de su miedo son reales y no están simplemente “en su cabeza”. El cuerpo reacciona a la amenaza activando y liberando adrenalina, lo que provoca síntomas físicos como:
Los tratamientos basados en la terapia psicológica, como el análisis de la causa raíz y la psicoterapia, son métodos muy eficaces para tratar las fobias. En particular, la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la meditación o atención plena (mindfulness) también han resultado muy eficaces en el tratamiento de las fobias.
La terapia de exposición funciona aumentando gradualmente el nivel de exposición al miedo, lo que permite controlar la fobia y, a medida que avanza el tratamiento, sentirse menos ansioso.
