¿Cómo las ballenas se comunican entre sí?

ANDREA CONTRI Animal Whistler Entrevista de FRANCESCA

Pero los delfines también utilizan diferentes comportamientos o lenguaje corporal para comunicarse entre sí. En casi todos nuestros recorridos podemos observar algunas de estas comunicaciones de los delfines, como las siguientes:

Pero como operan en diferentes partes del espectro, no todos los cetáceos son capaces de oírse bajo el agua. Los tipos de sonidos producidos y percibidos varían según la especie y pueden consistir en chasquidos, pulsaciones, silbidos, gemidos, gritos o trinos.

Las ballenas verdaderas, como la azul, la jorobada o la minke, pertenecen al grupo de los “misticetos” o “ballenas barbadas”. Reciben este nombre porque, para alimentarse, utilizan unas estructuras parecidas a pelos llamadas “barbas” para filtrar el plancton y el krill del agua de mar. Para comunicarse, estas ballenas producen sonidos de baja frecuencia con la ayuda de su laringe (Figura 1).

Todos los odontocetos son capaces de biosonar o ecolocalizar, lo que les ayuda a orientarse en la oscuridad y también a encontrar presas. Esta característica se basa sobre todo en la producción de una serie de chasquidos directos a través de un órgano llamado “melón”, situado en la frente del animal (figura 2).

La orca: gobernante de los océanos

El canto de las ballenas también puede ser escuchado por nosotros. Basta con sumergir la cabeza en el agua cuando una ballena canta, incluso a varios kilómetros de distancia, y el sonido, amplio y potente, es inmediatamente audible y parece penetrar hasta los huesos.

De hecho, las ondas sonoras viajan mucho más lejos en el agua que en el aire (porque el agua es un medio más denso) y, por tanto, son un sistema ideal para comunicarse en el mar, aunque los humanos tengamos problemas para identificar la dirección de origen de la emisión, porque nuestro oído está “diseñado” para trabajar en el aire.

Las ballenas no tienen cuerdas vocales como nosotros y no cantan emitiendo aire (en cuyo caso tendrían que burbujear). En su lugar, utilizan una cavidad dentro de la cabeza en la que se introduce aire, lo que produce sonidos que se difunden a través del agua.

La distancia alcanzada varía en función de muchos factores, pero en condiciones ideales, cuando el sonido se “canaliza” a través de determinadas franjas de agua con la misma densidad y temperatura, también puede recorrer muchos cientos de kilómetros.

El canto de la ballena

Son cetáceos que siguen el ritmo de las estaciones, pasando la primavera, el verano y el otoño en los mares polares en busca de alimento, mientras que con la llegada del invierno migran a las cálidas aguas tropicales para reproducirse. Los grupos de ballenas jorobadas que pasan el verano en aguas del Atlántico Norte suelen emigrar a las aguas de las Antillas y del centro-sur de África; las que normalmente viven en el Pacífico Norte, en cambio, suelen pasar el invierno en las aguas cálidas de México y Centroamérica.

Se ha observado que la ballena jorobada tiende a agitarse violentamente en el agua con sus aletas pectorales y a realizar grandes inmersiones elevándose fuera del agua y volteándose luego sobre su espalda (véase el vídeo de al lado). No se conoce el significado exacto de este ritual, quizás sean señales para los demás miembros del grupo.

Las aletas pectorales son muy grandes y miden aproximadamente 1/3 de la longitud del cuerpo, tienen un borde irregular y nudoso y son blancas en las ballenas jorobadas del Atlántico, mientras que son negras por encima y blancas por debajo en las del Océano Pacífico y el Hemisferio Sur. La aleta caudal es horizontal, con bordes aserrados y de color blanco en su parte inferior, con diferentes dibujos según el individuo.

LA VOZ DE LOS DELFINES dentro y fuera del agua

El ser humano produce el sonido expulsando el aire a través de la laringe. Las cuerdas vocales del interior de la laringe se abren y cierran según sea necesario para separar el flujo de aire en distintos sacos de aire. La garganta, la lengua y los labios dan forma a estos sacos para producir el sonido deseado.

Los odontocetos no emiten los sonidos largos y de baja frecuencia responsables del canto de las ballenas. En cambio, producen series rápidas de silbidos y chasquidos de alta frecuencia. Los chasquidos individuales se utilizan normalmente para la ecolocalización, mientras que los grupos de chasquidos y silbidos se utilizan para la comunicación. Aunque las grandes manadas de delfines producen una notable cacofonía de sonidos diferentes, se sabe muy poco sobre el significado de estos sonidos. Frankell (1998) cita a un investigador que compara el hecho de escuchar a un grupo de delfines de este tipo con el de escuchar a un grupo de niños en un parque infantil.

A medida que la canción evoluciona, parece que los viejos motivos no se retoman. Un análisis de 19 años de los cantos de las ballenas descubrió que, aunque podían encontrarse motivos generales en el canto, nunca se repetían las mismas combinaciones.