¿Qué es tener empatía?

Etimología de la empatía

La palabra deriva del griego antiguo “εμπάθεια” (empátheia), compuesto a su vez de en-, “dentro”, y pathos, “sufrimiento o sentimiento”,[2] término que se utilizaba en las representaciones teatrales para indicar la relación emocional de participación que unía al autor-cantante con su público.

Desde los años 80, empatizar significa experimentar el compartir emocional y la comprensión de la experiencia del otro, dando así espacio a un componente afectivo y otro cognitivo, para que puedan coexistir en el proceso empático. Esta nueva forma de ver el fenómeno se refiere a los modelos multifactoriales (o multidimensionales) de la empatía.

Dado que no existe una definición consensuada de la empatía, resulta especialmente difícil definir qué métodos e instrumentos son los más adecuados para medirla. De hecho, algunos estudiosos se decantan por el enfoque cognitivo y otros por el afectivo.

El psicólogo Marshall Rosenberg fundó varias escuelas en todo el mundo para difundir su teoría de la comunicación empática o comunicación no violenta, que se basa en un enfoque empático en las relaciones que resulta eficaz para resolver conflictos tanto a nivel personal como grupal.

Sentir empatía por alguien

Desde el punto de vista fisiológico, los estudios realizados en el campo de la neurociencia han demostrado que el propio diseño del cerebro parece “integrar la autoconciencia y la empatía al recoger información sobre nosotros mismos y los demás en las mismas redes neuronales remotas”.

Como coaches tenemos que estar en contacto con nuestro yo de forma intencionada, de lo contrario nuestros automatismos nos alejan de esta dimensión y nos perdemos lo que ocurre en la relación de ayuda.

  Lecciones filosóficas para nuestra vida diaria

Según Goleman, “la empatía depende de la atención: para estar en sintonía con el estado de ánimo de otra persona tenemos que captar las señales de sus emociones, ya sean vocales, faciales o de otro tipo.”

Persona empática

La empatía, por tanto, que hemos dicho que está conectada a estas regiones cerebrales, activa las partes afectivas y emocionales de la red del dolor, sin que intervenga la sensación física que genera.

Aunque la empatía nos ayuda a establecer vínculos profundos y nos empuja a comprender a la otra persona y sus estados de ánimo, a menudo se “evita” porque se considera dolorosa. De hecho, si las emociones sentidas generan estrés o tristeza, resulta difícil “presenciar activamente” el sufrimiento de la otra persona.

Ejemplos de empatía

De hecho, si intentamos ponernos en el lugar de los demás sin haberlos “estudiado” previamente, podríamos tomar decisiones equivocadas, adoptar comportamientos, proponer soluciones, hacer elecciones empresariales. Basta con pensar en todos los productos que han resultado ser un fracaso porque los fabricantes no entendieron bien las necesidades de su mercado. No son pocos los casos de productos que, a pesar de ser lanzados por una gran marca, resultaron ser un fracaso: la bebida deportiva Aquarius de Coca-Cola en 2006, el yogur Cosmopolitan en 1999 o los productos congelados de Colgate (pizza y lasaña) en los años 80.

Puede que también te guste...

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad