¿Cómo se aprende a dejar ir?
Aprende a dejar de lado las cosas que no puedes cambiar
Cuando revivimos experiencias dolorosas, nos sentimos como un hámster en una rueda: por mucho que lo intentemos, somos incapaces de avanzar. Aunque no es posible cambiar el funcionamiento de nuestra mente, podemos entrenarnos para salir de esa rueda. Este proceso requiere eliminar el apego emocional que tenemos con el pasado, especialmente el de las experiencias tristes. Nos cuesta reconocer que alguien nos ha hecho daño porque eso nos hace sentir débiles y humillados.
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El valor de dejarse llevar
A menudo hablamos de cómo elegir a la pareja adecuada, cómo construir una gran relación y cómo resolver los problemas. Estos mensajes son sinceros y están llenos de las mejores intenciones: toda relación, si va en la dirección correcta y si ambas partes se han esforzado, debería tener algún tipo de éxito.
Pero a veces, por mucho que los miembros de la pareja lo intenten, su relación simplemente no funciona. Los dos miembros de la pareja se sienten mal porque se han hecho daño mutuamente y se entristecen por ese maldito sentimiento de fracaso.
Cuando las buenas conexiones se corroen y erosionan por las intolerancias acumuladas, el equilibrio de la relación se desplaza en la dirección equivocada y lo bueno que una vez mantuvo la relación intacta queda enterrado.
La mayoría de los nuevos amantes ocultan a propósito comportamientos pasados que han afectado negativamente a sus relaciones ya terminadas. Esperan que, una vez establecida la nueva relación, la nueva pareja sea capaz de perdonar esas antiguas transgresiones.
Dejar ir a una persona que no te quiere
Me identificaba con mis fracasos, decepciones e injusticias del pasado; con la sensación de incapacidad y el miedo a no estar nunca a la altura del presente; con la ansiedad y los temores por el futuro.
Durante demasiados años fui víctima de todo esto. Entonces, hace unos años, justo cuando me había convencido de que no podía existir una alternativa, llegó el punto de inflexión: empecé a viajar por Asia y descubrí el budismo.
Los occidentales estamos educados de tal manera que nos enfrentamos a la vida sin esta conciencia. Por eso nos resistimos, luchamos, aguantamos y somos rocas que intentan resistir el flujo eterno de la vida.
Si quieres soltarte, primero debes dedicar un tiempo a relajarte, quizás dando un paseo o viendo una puesta de sol. Quédate a solas contigo mismo durante un rato, sin distracciones ni molestias. Debes respirar profundamente y desear con todas tus fuerzas dejar atrás el peso que llevas dentro.
Dejar ir la mente y lo maravilloso
Cuando revivimos experiencias dolorosas, nos sentimos como un hámster en una rueda: por mucho que lo intentemos, somos incapaces de avanzar. Aunque no es posible cambiar el funcionamiento de nuestra mente, podemos entrenarnos para salir de esa rueda. Este proceso requiere eliminar el apego emocional que tenemos con el pasado, especialmente el de las experiencias tristes. Nos cuesta reconocer que alguien nos ha hecho daño porque eso nos hace sentir débiles y humillados.
